El sangrado de encías es una afección bastante común dentro del mundo de la salud bucodental. A pesar de que algunas veces ocurre simplemente debido a la fuerza del cepillado, en ocasiones puede ser signo de alguna enfermedad o infección al interior de nuestra boca, por lo que es importante no pasar por alto este síntoma.
Cuando el sangrado es regular, lo más probable es que se deba a la acumulación de placa bacteriana en la zona. Esto produce que los tejidos de las encías se inflamen y manifiesten su malestar abriendo pequeñas heridas. Frente a este tipo de situación existen algunos consejos que es importante seguir para dar solución definitiva al problema.
Consulte a su dentista
La primera recomendación que hacemos es acudir a un especialista y que sea este quien determine el origen y tratamiento de su enfermedad. Es muy posible que no se trate de nada grave y que la solución sea de lo más sencilla posible. La mayoría de las veces es solo una cuestión de hábitos.
En el caso de que sea alguna enfermedad más complicada, mientras más temprana ocurra el diagnóstico más pronto se solucionará.
Higiene bucal
El principal causante del sangrado de encías se relaciona con la mala limpieza que realizamos al interior de nuestra boca. La acumulación de sarro posibilita la proliferación de placa bacteriana, lo que produce la inflamación y sangrado del que tantas personas sufren.
Es por esto que es importante utilizar todas las herramientas que tengamos a nuestro alcance para efectuar una limpieza profunda y periódica de nuestras piezas dentales. El cepillarse los dientes durante períodos superiores a los dos minutos, de forma consciente y minuciosa puede marcar una enorme diferencia en nuestra salud dental.
Esta limpieza debe ejecutarse unas tres veces al día, complementando dicha acción con hilo dental y enjuague bucal. Todas estas costumbres formarán parte sustancial en la prevención de estos malestares, brindando tranquilidad y buena salud a nuestra boca.
En resumen, el sangrado de encías no suele ser algo grave y debe ser tomado como un llamado de atención para mejorar nuestros hábitos de higiene dental. Acudir a un dentista de forma periódica y solicitar limpiezas puede ser el mejor aliado de una boca fuerte y saludable.